2 de diciembre de 2008

:.Golden Tears.:

Comenzaba la etapa de mayor malestar en la historia de mi existencia.
Algo desconocido invadia mis emociones a tal punto que me resistia a llorar.
Hasta que no pude contenerme mas, y en el pinaculo de la desesperacion mire al cielo con ojos vidriosos. Senti la plenitud del mundo y estalle en sollozos.
No repare en nada, solo deje brotar de mi interior ese caudal de lagrimas que se abria paso por mis parpados y dejaba un surco de dolor sobre mi joven rostro.
De rodillas en el suelo, sosteniendo tierra en mis puños, elevaba una plegaria errante a mi Creador. Volvia a mis entrañas para mostrarle mi infinita angustia, tanto tiempo reprimida. Pero no vislumbre respuesta alguna. Al menos de la forma en la que yo la esperaba.
De repente , la esencia de mi llano sufrio una metamorfosis. Con mi rostro empapado y mis manos sucias y mojadas, me doy cuenta que algo cambio. Ellas, mis lagrimas, ya no eran de agua salada, sino que se convirtieron en un liquido ligeramente espeso, de un color dorado intenso. Si, no estoy mintiendo.
Sorprendido por lo que me sucedia, intente probar su sabor. No era salado. No era algo que habia probado antes. Me atreveria a decir que era insipido. Trate de evitar el miedo. Y me obligue a dejar de llorar y secarme esa cosa rara que de mis ojos brotaba.
Momentos mas tarde, la angustia me invadio nuevamente y me vi forzado a llorar. Y ese fluido dorado comenzo a emanar nuevamente. Lo tome con calma esta vez.
Asi pasaron los dias, y los meses. Asi pasaron años.
Y mi unica ocurrencia fue guardar esas lagrimas extrañas en botellas. Grandes, pequeñas, de todos los tamaños. Queria que nadie supiera esta rereza, asique utilice un cuarto vacio de mi casa como deposito de mis lagrimas anormales. Y si, lloraba tanto que me resultaba sencillo llenar media docena de botellas a la semana. Pero solo las guardaba por su rareza, porque queria que en un futuro fueran objeto de analisis para la ciencia.
El tiempo paso, y mis llantos se hicieron mas esporadicos. Ya no lloraba tanto como antes.
Un buen dia mis lagrimas volvieron a ser las de antes, y fue justamente ese dia en el cual senti que me levantaba del piso e iniciaba un sendero prometedor y agradable. Me estaba sintiendo vivo de nuevo.
Tuve que moverme de mi casa. Empaque mis cosas y parti a vivir a otro lado. Deje mi casa abandonada, algun dia volveria para hacerme cargo de ella.
Paso el tiempo y me senti de maravillas. Atras quedo esa etapa de malestar y llanto descontrolado. Muy atras y bajo tierra.
Pero en un momento de plena conciencia, surgio un recuerdo de todo ese camino de sufrimiento y malestar. Surgio una pregunta: ¿que habia pasado con mis botellas? Si mi casa seguia cerrada y tal como yo la habia dejado, mis lagrimas estarian ahi. Ese mismo dia viaje a mi antigua casa.
Al entrar me invadio una nube de polvo y telas de araña. Camine por el pasillo hasta la puerta de mi cuarto de lagrimas. Gire el cerrojo y suavemente empuje la puerta.El resplandor me enceguecio. Era tal el brillo dorado que resplandecia ahi adentro, que me costo unos minutos acostumbrar mi vision. Camine por entre la cantidad de botellas. Todas llenas hasta el tope y hermeticamente cerradas. Tome la mas pequeña de todas y aproveche la oportunidad para visitar a un antiguo amigo experto en el campo de la quimica.
Despues de horas de regocijo y alegria por vernos de nuevo, le presente mi botella con curiosidad. El solo se ofrecio analizar su contenido en ese momento. En segunodos estaba mi amigo observando con detenimiento aquel dorado contenido.
Luego de unos minutos de minucioso analisis, levanto la vista sorprendido, perplejo. Esto es oro, dijo. Es oro puro, en estado liquido.
Estupefacto, di un grito de sorpresa y no hice mas que correr a mi antigua casa y encerrarme en mi cuarto de lagrimas.
Sentado en el piso y rodeado de esa cantidad de botellas empece a preguntarme que iba a hacer con todo eso. Pero mas me atacaba la pregunta de porque habia sucedido eso, porque llore lagrimas de oro.
Medite durante un largo rato y ahi obtuve mi respuesta.
DIOS. Mi Dios, mi esencia, queria hacerme entender algo, aprender, descubrir los secretos de la vida misma. Me estaba diciendo algo tremendamente cierto.
TODOS LOS MOMENTOS DE LA VIDA DEJAN ALGO. MAS AUN AQUELLOS DE MAYOR MALESTAR, ELLOS DEJAN ALGO BUENO DURANTE Y DESPUES QUE OCURREN.
Ahi estaba yo. Rodeado de riqueza, de bienestar, de amor propio, de felicidad.
Hoy entiendo que toda esa etapa de llanto y odio me dejo riqueza en todo aspecto. Me permitio crecer y conocerme a mi mismo. Me enseño a amarme y a valorarme.
Hoy soy rico de corazon, rico de alma, y rico del mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Caramba...
Me seguis sorprendiendo...
Las lagrimas curan el alma.. siempre lo digo...Te hacen sentir que estas vivo al igual que la risa
Brindo por ello!
Genial el post!

Besos!

Juancho!